Proyecto de expresión y espacio para la tecnología, cultura, empresa, estética y humanidades en generalInformación legalMarzo de 2012.Es fácil darse cuenta, incluso cuando una persona empieza a dar los primeros pasos en el difícil mundo de las inversiones bursátiles, que hay dos maneras principales de aproximarse a los mercados en un intento de adivinar los movimientos futuros y detectar los valores más rentables. Y esto es así porque estas dos posturas son prácticamente irreconciliables y los medios de comunicación financieros se hacen eco de las discrepancias entre ellos y en ocasiones las discusiones entre analistas de uno y otro método pueden llegar a ser notorias. Me estoy refiriendo al análisis técnico y al análisis fundamental.El análisis técnico está basado en intentar determinar el comportamiento del precio de un valor a partir de sus precios históricos. Así pues, estos precios forman un gráfico que a modo de electrocardiograma se estima que presenta información suficiente para determinar el próximo movimiento. Tan sólo hay que saber interpretarlos. Así surgen técnicas basadas en figuras que van formando los precios y que recuerdan de algún modo al juego que hacíamos de niños a imaginarnos las figuras que van formando las nubes. Surgen también estrategias basadas en líneas o estructuras geométricas más o menos regulares o siguiendo algún patrón numérico que, superpuestas al gráfico, nos muestran los movimientos futuros del valor. Se han creado también, y se siguen creando indicadores que supuestamente porporcionan señal de compra o señal de venta.El análisis fundamental, por contra, no está basado en la serie histórica de precios, si no en la coyuntura económica global, local, del sector y de la empresa en particular, consideraciones políticas y fiscales, efectos de desastres naturales o incluso aspectos climáticos, así como cualquier tipo de hecho que pudiera afectar al valor de un título. Con todo este análisis realizado, y usando ratios, técnicas de valoración de empresas y previsiones económicas, se establece un valor teórico, o dicho de otro modo, lo que vale una empresa. Este valor se conoce como valor fundamental. La cotización de una acción debería estar en las inmediaciones de ese valor fundamental, si está sensiblemente por debajo, entonces se dice que está infravalorado y la recomendación es de compra, si está bastante por encima, se dice que está sobrevalorado y la recomendación es de venta. La realización de un análisis fundamental es muy difícil y debería ser realizado por especialistas en la materia.El análisis técnico ha sido muy criticado en cuanto que se basa en precios históricos y que explica muy bien lo que ha pasado, pero que no tiene gran capacidad predictiva. El análisis fundamental ha sido criticado porque los sesgos personales del analista que realiza el análisis influye en el contenido del mismo y que el grado de predectibilidad no supera la elección de una cartera al azar.Existen otros muchos modelos de operar en bolsa, tales como la Teoría del Caos, seguimiento de Insiders, redes neuronales artificiales o la teoría del cerebro cuántico, pero se puede considerar que son el análisis técnico y el análisis fundamental los utilizados en la gran mayoría de las decisiones de inversión.Se han escrito ríos de tinta para determinar qué método es el más adecuado para conseguir una rentabilidad superior a la media. Sin embargo y pese a que, según consta en la Wikipedia, Benjamin Graham uno de los creadores de este tipo de análisis ha admitido que probablemente los resultados del análisis fundamental no justifique el titánico esfuerzo en realizarlo, la polémica sigue abierta.Para rizar más el rizo parece ser que en 1.988 el Wall Street Journal realizó un experimento basado en enseñar a un mono a lanzar dardos con los ojos vendados hacia una pared sobre la que colgaban valores. Aquellos valores tocados por el dardo serían los que formarían la cartera. Se cuenta que la "cartera del mono" superó en rentabilidad al 85% de los fondos. Este experimento se replicó en 1.998 por el diario "Expansión" y el mono Merlín ganó por goleada a los más prestigiosos departamentos de análisis españoles.Así las cosas, con los miles y miles de estudios bursátiles realizados en todas partes del globo, todavía no se ha llegado a una conclusión clara, pero los últimos estudios académicos apuntan a la dirección en que todavía no se ha conseguido descubrir un método sistemático capaz de identificar la futura dirección de los precios.Sin embargo esto no significa que no se pueda batir al mercado y es que mediante una buena gestión del riesgo es posible batirlo, normalmente a largo plazo. Aunque no se conozca a ciencia cierta la dirección de los precios a corto plazo, sí se sabe que a lo largo del tiempo se alternan periodos de euforia y de pesimismo. Controlando el riesgo en los periodos de pesimismo, se conseguirá disponer de capital suficiente para aprovechar los periodos de euforia, llegando a compensar ampliamente los periodos en los que se ha perdido cierto capital.Es un hecho que en todas las empresas de intermediación financiera, el departamento de gestión de riesgos es uno de los departamentos más importantes de la compañía. En teoría sería suficiente con el control del riesgo específico, aquel intrínseco al propio valor, o sector y el control del riesgo de mercado, aquel que es común a todos los valores, con independencia del sector de actividad en el que estén enmarcados. En el primer caso lo controlamos con una cartera de valores y en el segundo caso mediante cobertura, normalmente sobre el índice al que pertenecen los valores de la cartera.Y basándome en todo lo anterior he decidido crear un juego/experimento que consiste en hacer un seguimiento en tiempo real de cómo se comportarían tres estrategias basadas en el análisis técnico, análisis fundamental y una cartera seleccionada al azar, todas ellas con valores del IBEX y con cobertura sobre el propio índice.No es propósito de este juego/experimento determinar la bondad de cada tipo de estrategia, dado que ya se han realizado suficientes estudios al respecto, realizados por personas con mayor autoridad en la materia. El propósito real es pasar un rato entretenido y aprender divirtiéndonos. Un seguimiento en tiempo real nos permitirá enfrentarnos con mayor detenimiento a las características del mercado en cada momento y nos ayudará a interiorizar varios conceptos de los mercados bursátiles.¡Pulse aquí para acceder a “El juego de las tres carteras”!