Proyecto de expresión y espacio para la tecnología, cultura, empresa, estética y humanidades en general Información legal  29 de enero de 2011 En el pasado mes de diciembre a un familiar que no tiene mucha idea de informática en general, se  le quemó la fuente de alimentación de su ordenador. El uso que le daba era muy básico, basado en  la navegación por internet, generación e impresión de documentos de texto, gestión de correo  electrónico y la reproducción de algún video. Nada de programación, ni instalación de nuevo  software. Era un Pentium 4 a 1,6 Ghz con 256 MB de RAM, suficiente para cubrir sus necesidades,  aunque algún video podría no reproducirse bien. En lugar de cambiar la fuente de alimentación me pregunté si un ordenador de segunda mano, algo  más potente que el anterior, podría resultar económico. Tras buscar por Internet encontré una  empresa que vendía ordenadores y componentes informáticos de segunda mano, fruto de empresas que han cesado su actividad o bien que han renovado sus equipos informáticos. Así pues encontré  que un ordenador HP Pentium 4, a 3,0 Ghz con 1,5 GB de RAM, 80 GB de disco duro y regrabadora  DVD por 120 euros IVA incluido, era un buen precio. Si consideramos el coste de haber cambiado la fuente de alimentación del anterior ordenador, el precio resultante me parecía bastante razonable,  habida cuenta que la potencia del nuevo ordenador cumpliría con creces el uso para el que estaba  destinado. Dicho y hecho. Adquirí el nuevo ordenador que, dicho sea de paso, consistía sólo en la torre, la  pantalla, teclado y ratón utilicé los que ya tenía. Instalé el sistema operativo Windows del anterior  ordenador, pues el disco duro venía formateado. Ahora, este familiar recibió sus Reyes en forma de un ordenador bastante más potente que el que  tenía y estos Reyes invirtieron poca cantidad de dinero. Y esto me hizo reflexionar.  En realidad, no es necesario un gran ordenador para realizar un trabajo de oficina normal. Un  ordenador con características similares a las del que le regalé a este familiar es más que suficiente  para este tipo de trabajo, incluso para la realización de trabajos con mayor especialización técnica,  como algunos entornos de programación, o el uso de otros entornos de producción al nivel de  usuario. Podría quedarse pequeño si se dedicara a trabajos de alta especialización, como diseño gráfico,  CAD, programación visual o servidores de ficheros y/o base de datos y, sobre todo para juegos  donde se requiera una gran potencia gráfica. Pero este no es el caso en la mayoría de los  ordenadores de oficina. ¡Y hay muchos! Estoy pensando principalmente en aquellas PYMES de reciente creación que tengan equipar con  ordenadores su oficina. Pueden elegir, entre comprar ordenadores de última generación con gran  potencia, o limitarse a ordenadores algo más antiguos, pero con potencia suficiente para ayudar en  un trabajo normal. Es cierto que los ordenadores tienen un precio bastante más asequible que hace  algunos años, pero no es menos cierto que la coyuntura económica actual es mucho peor que hace  algunos años. Y llegado a este punto, pienso que unos ordenadores acorde con las necesidades del trabajo es lo  adecuado, ni más ni menos. Es posible que existan personas dispuestas a adquirir lo último de lo  último, la mejor tecnología, pero hay que comprender que en general la potencia de los ordenadores actuales está infrautilizada pues en trabajos de oficina no se necesita tanto. Pero no es en la elección del ordenador más adecuado donde se va el mayor ahorro en la informática  de oficina. Es el uso de productos de empresas que basan su modelo de negocio en licencias, el que tiene mayor peso en el presupuesto. Por poner un ejemplo, según consta en la página de Microsoft sugieren para el paquete de office  hogar y pequeña empresa unos 379 euros y el paquete de office profesional, que incorpora base de  datos Access y Publisher, por casi 700 euros. Y no digamos ya nada sobre el sistema operativo. Windows 7 Professional por más de 300 euros, y  el Windows 7 Home Premium, por casi 200 euros. Si se trata de una actualización, los precios son  menores, pero un ahorrro casi ridículos en comparación con el precio final. Si además necesitamos una herramienta de gestión de proyectos, Microsoft Project tiene unos  precios que oscilan entre los 500$ y los 1.400$. Los antivirus suelen ser algo más baratos, pero  suponen un desembolso de 40 euros por licencia. Claro que por volumen a lo mejor los precios son más baratos, pero es difícil que se consiga una  reducción de más del 30% si el número de licencias no es suficientemente elevada. ¿Hacemos pues el cálculo de lo que nos gastaríamos en una oficina de 10 ordenadores donde sólo  2 utilizarían programas de gestión de proyectos?. 300 euros de Windows Professional * 10 = 3.000 euros 700 euros de Office Professional * 10 = 7.000 euros 500 euros de Project * 2 = 1.000 euros 40 euros antivirus * 10 = 400 euros Total 11.400 euros (más o menos). Suponiendo un ahorro global del 30% por volumen (cosa que no creo que llegue a tanto) sería  cerca de 8.000 euros. Analicemos ahora el coste por el hardware. El precio de mercado de los ordenadores actuales, de  gran potencia y con pantalla de 17 pulgadas puede rondas los 500 euros. Diez ordenadores serían  5.000 euros. Si realmente adquiriéramos los ordenadores con la potencia justa para el trabajo de oficina, un  ordenador que cumpliera de sobra su cometido nos podría costar unos 200 euros. Diez ordenadores serían 2.000 euros. Me doy cuenta en este momento del coste (aproximado, por supuesto) que podría tener en  infraestructura informática una oficina con 10 ordenadores para un uso típico de oficina. Y eso que no  hemos contemplado las infraestructura necesaria para la comunicación entre estos ordenadores, ya sea mediante red local o  mediante acceso a Internet. Y esto puede no ser importante en época de bonanza económica, cuando el derroche está a la orden del día, y en realidad no importa porque la actividad económica en general produce grandes beneficios. Pero como recientemente se ha demostrado las crisis pueden  ocurrir, y ocurren. Y en esos momentos recuperamos de nuestra memoria los recuerdos de la bonanza pasada. Pues bien, para todos aquellos que quieran eludir en lo posible los costes de su oficina, existen empresas con un modelo de negocio  diferente a las licencias de software y que consiste en proporcionar servicios de soporte, con coste mucho menor que las licencias de  software.  Me estoy refiriendo a Google (sobradamente conocida), Canonical (empresa fundada por el millonario empresario Mark Shuttleworth), Novell (una de las empresas de software más grandes del mundo), Red Hat y muchas otras grandes compañías cuyo modelo de  negocio principal es la prestación de servicios. Así pues, el modelo de negocio orientado a licencias no es el único mediante el que se puede ganar dinero. El modelo de negocio  orientado a servicios lo gana también, y las empresas mencionadas antes lo han demostrado. Por poner un ejemplo español,  Guadaltel empezó en 1991 siendo un proyecto de cuatro socios a ocupar hoy en día seis edificios en Sevilla. Ver el artículo del  periodico Publico.es. Por si no había quedado suficientemente claro, me refiero al software libre. Al contrario de lo que piensa mucha gente, es un modelo  de negocio que puede y debe ser rentable. El modelo de negocio más conocido, es cuando el fabricante construye su software y los  usuarios pagan por su uso, es el modelo orientado a las licencias, ya conocido. Frente a este modelo, en el software libre, el  fabricante construye el software y lo cede gratuitamente a los usuarios, el negocio está en los servicios de formación y soporte. Inicialmente las empresas estaban muy remisas a incorporar software libre en su procesos de negocio, dos eran las razones  principales. Por un lado la desconfianza en la calidad del software a utilizar y por otro lado la desconfianza en la capacidad de  proporcionar soporte por parte de los fabricantes del software utilizado. Pero esto está empezando a cambiar dado el carácter de modelo de negocio basado en el soporte que tienen muchas grandes  empresas comprometidas con el mantenimiento de sus productos. Basta ver el nivel de implantación del software libre en las  administraciones públicas, véase el siguiente enlace en el que se menciona una serie de administraciones públicas que han mostrado su apoyo al software libre, sea ya migrando total o parcialmente sus servidores y sistemas de escritorio, o bien sea subvencionándolo Pero no es este un artículo en el que nos detendremos a hablar del software libre en general, ni siquiera pinceladas, la información  que se puede encontrar en la red a este respecto tiene dimensiones astronómicas, y a estas me remito. Lo que realmente quería  contar, es una experiencia basada en inquietudes que me ha llevado a redescubrir otros modelos de negocio y otras formas de  beneficio mutuo. Y es beneficio mutuo porque el software libre fomenta su uso por los bajos costes en comparación con las licencias  y un gran uso del mismo aumenta su prestigio y con ello la probabilidad de hacer negocio con la prestación de servicios. Así pues, quise comprobar por mí mismo qué de cierto hay en la ventaja de su uso y si éste es susceptible de sustituir al software de  pago por licencia. Para ello el plan era instalarme el sistema operativo Linux y algunos complementos de oficina como los descritos  antes, y software multimedia, para ocio.  Empecé instalando en un disco duro externo la distribución de Ubuntu. La instalación en general fué satisfactoria, aunque descubrí  que la distribución no incorporaba, por motivos de licencia, algunos códecs como el mp3. Había que realizar un trabajo extra, el cual,  tras la instalación de dichos codecs unas pruebas sobre aplicaciones multimedia fueron satisfactorias. Había un programa que  emulaba Windows y quise probarlo, pero en mitad de la instalación el ordenador no pudo con él y se quedó completamente  bloqueado. Reinicié a golpe de ratón y cuando arranqué de nuevo el ordenador algo quedó corrupto que no pude hacer más  instalaciones. Quise instalar de nuevo la distribución, pero ni siquiera el programa de instalación, el mismo que ya había instalado  funcionaba. En Internet había reportado problemas parecidos y relacionados con la tarjeta gráfica, que en mi caso era interna,  incorporada en la placa base. No quise indagar más y decidí que Ubuntu no era la distribución adecuada para, al menos, la  configuración de mi hardware. Me consta que a otras personas les ha funcionado bien, para mí no. Instalé posteriormente SUSE, a mi parecer algo más sólido que UBUNTU, pero tenía el problema que al menos con mi configuración  de hardware de mi ordenador de sobremesa y portátil me encontré que funcionaba correctamente con el ordenador de sobremesa,  pero no así con el portátil, que no acababa de arrancar correctamente. Bien, pensé, pues con el de sobremesa sólo tampoco está  mal. Pero no acabó de convencerme del todo, básicamente por encontrarme con algunos problemas en la instalación de software,  que en algunos casos era más complicado de lo esperado y en otros, simplemente desistí. Esporádicamente también se bloqueaba,  teniendo que volver a arrancar según la "técnica del botón" La tercera opción era Fedora 14. Nada que ver con las otras dos. Muy robusto, muy estable, y muy profesional. Funciona tanto en el  ordenador de sobremesa como en el ordenador portátil. La instalación de los programas tan simple como en las anteriores, pero con  menos fallos. Algunos programas que no pude instalar en SUSE lo he conseguido instalar en Fedora con poco o ningún esfuerzo. No  se me ha bloqueado en ningún momento y por el momento me ha funcionado todo lo que he intentado. Así pues, sobre lo que se comenta en algunos sitios especializados de que al fin y al cabo linux es linux en cualquier distribución y  que no debería cambiar sustancialmente el funcionamiento de una a otra, esa no ha sido mi experiencia. Según he percibido no todas las distribuciones funcionan de la misma manera, siendo la distribución Fedora 14 la que mejor se ha ajustado a mis requerimientos. Por lo tanto hagamos un repaso de las cosas que he podido hacer en este tiempo con la distribución Fedora 14. o Al realizarse la instalación en un disco duro externo, he podido utilizar indistintamente el PC de sobremesa o el portátil.  Fedora 14 ha sido capaz de identificar en el arranque el hardware correspondiente. o He podido imprimir y digitalizar documentos y fotografías sin problemas.  o El audio y el video funciona correctamente. Me he instalado un par de programas Media Center y puedo ver fotos, vídeos  y escuchar música tanto desde el PC como desde las unidades de CD/DVD. o He podido realizar copias de seguridad mediante grabación de DVD's de mis datos, vídeos y música. o La navegación por internet, descarga de ficheros, visualización de videos y escuchar música, sin problemas. o He podido traspasar ficheros de música desde y hacia un reproductor MP4 que tenía desde hace 2 años. o Reconoce y puedo trabajar bien con periféricos estilo discos duro externos, memorias usb, cámaras de fotos y tarjetas SD y micro SD.  o Puedo trabajar con el correo electrónico, agenda, lista de tareas, etc, con tantas o más funcionalidades que Microsoft  Outlook. o En cuanto a office, he intalado el paquete LibreOficce que contiene procesador de textos, hojas de cálculos, software para presentaciones, sistemas gráficos para diagramas, fórmulas matemáticas, todos ellos con funcionalidad similar a  Windows Office.  o  He instalado y utilizado sofware de diseño gráfico, gestión de imágenes y gestión de proyectos sin problemas. o  He instalado y utilizado Wine, un simulador del entorno Windows con el que he podido jugar a algunos juegos diseñados  para Windows.  En definitiva, prácticamente toda la funcionalidad que utilizo habitualmente y, por supuesto más que suficiente para un uso normal de  oficina la he podido desarrollar con software libre. Por lo que me pregunto: ¿Qué necesidad existe de pagar esas cifras astronómicas en concepto de licencias del sistema operativo, antivirus, paquete office,  gestión de proyectos, grabadores de CD/DVD, etc.? Volviendo al ejemplo anterior de la oficina con 10 puestos informáticos, el ahorro en licencias supera los 10.000 euros. ¡Sorprendente! ¿no?. Desde luego, en época de crisis es una cifra importante, y para una PYME lo es todavía más. Pero ¿qué pasa con la formación?, se me preguntará. Es cierto, usar nuevo software supone un proceso de aprendizaje extra. Pero  no es menos cierto que la persona que ha conseguido ciertas competencias en el trabajo de oficina adquirir esos nuevos  conocimientos no debería ser muy costoso, teniendo en cuenta además que el software es software, independientemente si es a  través de licencias o es software libre y las funcionalidad son parecidas. Por poner un ejemplo, escribir con letra negrita en un  software de hará de una manera y en otro software de otra manera, si embargo en los dos se podrá poner la letra en negrita, y quien  ha aprendido a hacerlo de una manera, lo puede aprender con mayor facilidad a hacerlo de la otra. Además, ¿acaso nos hemos olvidado de la figura del informático?. Una oficina con 10 empleados, ha de tener, independientemente  de la configuración de los ordenadores, con alguien que se encargue del soporte de los mismos, de la red local, si existiese,  mantenimiento, etc. Ese alguien puede ser una persona física o simplemente un contrato de mantenimiento. Y ese contrato de mantenimiento sería el soporte objeto de negocio de las empresas especializadas en software libre. Dado que ese  soporte ha de existir, con independencia del tipo de software utilizado, es el coste de las licencias el que nos ahorramos. ¿A que es genial?. Es indudablemente una relación gana-gana.
ÚLTIMAS ENTRADAS INFORMÁTICA Las v’s de los datos (I). Volatilidad. Introducción a la programación para dispositivos móviles. La eterna presencia del fantasma del número mágico. Introducción Ver todas las entradas BUSINESS ADMINISTRATION La carrera profesional también se gestiona. Orientación al servicio informático: Una relación gana-gana. Cuadrante mágico para plataformas ETL y BI. Introducción Ver todas las entradas PSICOLOGÍA El miembro fantasma. Criterios diagnósticos. Psicología científica, básica y aplicada. Introducción Ver todas las entradas FOTOGRAFÍA Galería fotos de Córdoba. Introducción Ver todas las entradas AJEDREZ IX torneo media hora, ciudad Ávila. I open ciudad de Jaca. Torneos en Mislata - Valencia. Introducción Ver todas las entradas MERCADOS BURSÁTILES Elliot, Fibo y el 61,8%. 1 año del juego de las tres carteras. Señal TCM en Telefónica. Introducción Ver todas las entradas MISCELÁNEO RABASCO-MENDÍVIL recital piano cuatro manos. Ciclo de conferencias del CEC. Ética radical, la puerta de Texas y la tía Norica. Introducción Ver todas las entradas