Proyecto de expresión y espacio para la tecnología, cultura, empresa, estética y humanidades en generalInformación legal7 de octubre de 2012. "Un inversor a largo plazo es un inversor a corto que se ha quedado atrapado en el valor".Esta frase que parece sentar cátedra es muy frecuente en el ámbito bursátil. De hecho es consecuencia directa de un "error" muy frecuente entre los inversores inexpertos y consiste en no poner "stop-loss" de protección. Por "stop-loss" se entiende salir de la posición con pérdidas controladas. Sí, sí, ha entendido bien: poner un "stop-loss" supone asumir pérdidas. Ahora bien, estas pérdidas controladas es el fiel reflejo de un "más vale perder un poco, que perder un mucho", o como decían los antiguos abuelos, "de dos males, escoja el menos malo". Yo no sé qué pensará la gente del resto del mundo, pero aquí en España, opino que culturalmente eso de "vender perdiendo dinero" no está en los esquemas mentales de la mayoría de la población, al menos de las mentes más tradicionales.Es posible que intervenga algún tipo de sesgo cognitivo, derivado quizás de una experiencia propia, de alguien cercano, o de algún conocido de un conocido ... "Ya se recuperará y entonces ganaré", "El valor ha caído mucho y ya no puede caer más", "Esto no es un rebote, es una tendencia alcista: la recuperación está cerca", ... etc. Cualquier explicación vale para alejar el fantasma de la pérdida patrimonial, quizás tan asociado al fracaso y pérdida de estatus social.Ejemplos del desastre no faltan. Para aquellos incautos del "ya no puede caer más" y del "ya se recuperará", les recuerdo el caso sangrante y doloroso de Terra:En bolsa Terra se estrena a 11,81 euros, sigue una fulgurante subida hasta los 157,65 euros y desde allí, caidas graduales llenas, totalmente llenas de "ya no puede caer más" hasta los 2,75 euros. Terra desaparece de la bolsa a un precio de 5,25 euros por acción, devolviendo la cordura o llevando a la locura a los del "ya se recuperará".Busquen, busquen ustedes por internet y encontrarán infinidad de artículos, notas de prensa y comentarios de muchos y afamados analistas que recomiendan esto de los "stops-loss". ¡Y pobre del que no los utilice!, le tachan como poco de imprudente.Utilizar los "stops-loss" es una práctica de obligado cumplimiento. ¿Seguro?.Desde luego.¿Seguro?.Bueno, si, es decir que ...¿Seguro?.Lo cierto es que hay muchos expertos que no lo tienen tan claro y de hecho, existen estrategias de inversión que no los utilizan. Es más la estrategia "Buy and Hold" o "Comprar y aguantar" es quizás la estrategia más antigua que se conoce y no por ello la menos rentable. Consiste en comprar acciones y tenerlas en cartera a largo plazo, olvidánse de ellas durante un largo periodo de tiempo, que puede ser desde 1 a 20 años o incluso más. En el momento de la venta, se obtendría como beneficio la revalorización del valor sumado a los dividendos y restado la inflacción acumulada. Los partidarios de esta estrategia opinan que de esta manera se puede llegar a rentabilidades impresionantes eludiendo las enormes fluctuaciones de un mercado a largo plazo.Pongamos un ejemplo de estrategia basada en "Buy and Hold", para ellos tendremos que asumir algunos supuestos:Un joven decide prepararse un "plan de pensiones casero". La forma de fabricar este plan de pensiones es invertir una cantidad anual en una cartera de valores, con la idea de mantener estos valores durante 30 o 40 años. En este ejemplo la cartera de valores la forma un solo valor: Telefónica. Supondremos que la cantidad anual invertida son 2.000 euros.Veremos cómo hubiese variado su patrimonio bursátil desde el año 2000 en los que, como se puede apreciar en el gráfico, comienza un recorrido bajista del que no se ha recuperado totalmente, todavía.Aunque los datos habrán de tomarse con cautela y considerarse aproximados, los gráficos siguientes, que incluyen los dividendos y ampliaciones de capital liberadas pero no las comisiones bancarias, se pueden tomar como referencia válida.Véase que la debacle ocurrida a partir del año 2000 hace que nuestro joven asuma en sus primeros años de inversión unas pérdidas que superan el 60% del capital total invertido. Pero él, fiel a su valor, sigue inviertiendo anualmente según lo había planeado y reinvirtiendo sus dividendos y ampliaciones de capital. Más de un lustro ha tenido que pasar para que este joven pudiera ver recompensa a su tesón pero desde entonces hasta el momento actual el patrimonio bursátil supera al capital invertido acumulado, incluso en algún momento con rentabilidades superiores al 40%. No es posible saber ahora lo que pasará en el futuro partiendo de la situación actual, pero animo al lector que haga algún estudio con datos históricos del valor que le apetezca.En cualquier caso, estas estrategias están pensadas para inversiones de muy largo plazo y hay que tener realmente paciencia pero históricamente ha ofrecido tanto enormes rentabilidades como las más amargas lágrimas.Esta estrategia tiene un riesgo elevado, recordemos Terra y algunas empresas norteamericanas aún más grandes que desaparecieron por quiebra.En bolsa hay que asumir riesgos, eso es una gran verdad y quien no esté dispuesto a asumirlos que no invierta en bolsa, pero el truco consiste en que el riesgo ha de ser controlado.El control y gestión del riesgo es inherente a las inversiones y existen muchas técnicas y herramientas a nuestra disposición. En futuros artículos ya hablaré algo de ellas.